Las peleas

Ahora digo que no sabía qué me pasaba, que era algo que hacía sin pensar... Ahora sé que no estaba bien, que pasaba por un episodio de hipomanía.
En esos momentos me sentía fuerte, invencible, como si ninguno de mis amigos me llegara siquiera a los talones y sólo por eso les podía decir groserías, y tratar casi casi a patadas.
Error. Estaba en una etapa hipomaníaca y todo lo que hacía era no sólo agresivo y ridículo, sino completamente fuera de lugar.

Recuerdo una vez que estábamos tomando tranquilamente en una cabaña en Cuernavaca. Por una u otra razón me encendí como mecha cuando mi mejor amigo dijo que la impuntualidad era un falla menor en su comportamiento. Y entonces monté en una cólera tan grande, desproporcionada y sorpresiva que desde ese día me han hecho burla mis amigos repitiéndome cada vez que me ven “NO LO MINIMICES” que fue la frase que dije una y otra vez mientras lo señalaba con el dedo índice y los ojos completamente dilatados.

Mi amigo no me ha madreado nada más porque de veras me aprecia mucho. Una vez casi lo golpeo porque me hizo esperarlo afuera de su trabajo media hora para que me acompañara a un evento que tenía que cubrir... El evento comenzó justo cuando llegábamos una hora después de lo acordado.

También recuerdo que con mi esposa tuve muchas discusiones, que con el transcurrir de los años me parecen ahora tan fuera de proporción. Como por ejemplo mis celos desmedidos... Las escenas las podría narrar mejor mi esposa, pero no está dispuesta a ventilar sus propios traumas...

La hipomanía se va dejando filtrar desde diferentes ángulos, y aquél que la sufre por lo general no se da cuenta. Y aquellos que lo rodean tampoco pueden discernirlo del todo. A veces una persona violenta en realidad no lo es tanto, sino que se encuentra en una determinada etapa de un ciclo interminable, en una montaña rusa de las emociones... Por eso es importante no sólo observar nuestros propios comportamientos sino los de aquellos que nos rodean.

En todos estos textos que hasta ahora he escrito no he tenido la tentación de inventar situaciones o, peor aún, de tratar de incorporar “los 10 mejores tips para vencer la depresión”, o “cómo yo vencí a la bipolaridad” o todo este tipo de basura efectista y vacía que sé de antemano que no sirve para mucho. Al menos hasta ahora. A partir del siguiente post trataré de ir intercalando algunas cosas que he encontrado interesantes en diferentes fuentes respecto a la depresión, la bipolaridad y la ciclotimia. No con el ánimo de resolver la vida de quienes lo padezcan Yo mejor que nadie sé que leyendo un libro, un blog, una página de Internet, un artículo de una revista juvenil, o especializada no se puede resolver nada. Lo intenté y no pude... La única recomendación que me atrevo a dar es acudir a un doctor. Sólo eso. Ya sea psicólogo o psiquiatra, cualquiera es un buen comienzo.

Comentarios

  1. NO MANCHES, NO SÉ MQUE HACER PUES MI ESPOSO ES BIPOLAR Y NO LO ACEPTA, YO ESTOY A PUNTO DE DEJARLO Y PARECE NO INTERESARLE EN LO MÁS MINIMO, LO PEOR ES QUE TENEMOS UN NIÑO DE 1 AÑO 8 MESES, Y NO QUIERO QUE SEA IGUAL A ÉL..

    AYUDENME POR FAVOR!!!

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  2. Sufro ciclotimia y estoy en mi peor face... no doy mas

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