A un año del trabajo


Apenas el pasado jueves cumplí un año de estar en el trabajo. Me siento bien y mal, como siempre.

Bien porque este año me ha servido para estabilizarme, para valorar un trabajo sin muchas presiones, para aprender más sobre mí y sobre mi esposa. Lo malo es que durante este año no he aprendido absolutamente nada en el plano laboral...

Profesionalmente estoy estancado y eso me preocupa. Esta chamba me sirvió para comer y pagar la renta durante este tiempo, para encontrar la estabilidad mental y espiritual que necesitaba, pero ahora que parece que ya la he alcanzado tendré que volver a venturarme, quizás, a enfrentarme con mis miedos, mis "limitaciones" de nuevo.

Lo anterior definitivamente me da la esperanza de saberme fuera de la fuerte depresión que sufría hace un año cuando de plano no podía a veces ni levantarme del sillón frente a la televisión, o ir al refri para sacar algo para comer.

Definitivamente no es lo mismo. Y aquí viene el otro pero: de salirme de este trabajo y buscar otro más exigente entraría (siempre pensando en lo peor, en la catástrofe) en la espiral primero hipomaníaca para dar el ancho, para acoplarme, para aguantar vara, y luego la debacle... El temor me impone, me paraliza...

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