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Mostrando las entradas de enero, 2008

Un 2008 que promete

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Habían pasado ya muchos meses desde la última vez que escribí aquí. Leo las entradas que publiqué y no me arrepiento de lo escrito y me encuentro con una sorpresa que agradablemente me sacude. Leo que tengo algunos comentarios. He pasado no sé cuántas horas frente a la computadora pensando en algo interesante para escribir, alguna anécdota que me sirva de pretexto para abordar algún tema relevante y no aburrir a los pocos que visitan el blog y los menos que lo leen. Y entonces encuentro los comentarios y en serio que el corazón se me inflama de gusto, de orgullo, de satisfacción por saber que alguien del otro lado de la pantalla y muy probablemente del otro lado del océano leyó y encontró interesante algunas de las palabras que aquí escribo. Gracias, en serio, por sus comentarios. Pasaron las fiestas de diciembre y tal y como lo pronostiqué en alguna entrada anterior, los días que se supone son de felicidad, armonía y comprensión se tornaron más bien pesadillescas. Ya buena parte de la

El equilibrista

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Después de un tiempo de andar sin medicinas, uno se siente, al principio, renovado, como si una nueva oportunidad de vivir sin muletas se presentara intempestivamente. Después de una o dos semanas, cuando por cualquier pretexto el ánimo decae, se comienza a dudar acerca de la conveniencia de terminar con el tratamiento psiquiátrico ante la posible embestida de una depresión de cuyo desenlace no se sabe absolutamente nada. Y sí, entonces viene una depresión que parece inofensiva, que parece pasajera ocasionada por un mal día, alguna palabra emitida por alguna persona amada que explotó en un momento de ira y ¡paf!, ahí estás de nuevo sufriendo la autocompasión que tan bien viene en estos casos. Pasan entonces los dos días que ahora he aprendido a sobrellevar a pesar de todo lo que pase... hasta ahora. En estos dos días comienzo a tratar de sentirme mejor, a veces sin éxito inmediato, pero con buenos resultados al final. ¿Me siento valiente? No, más bien un poco estúpido, como si fuera