Olvidos bipolares
En qué pensaba hace tan sólo un segundo atrás. No lo sé. Se me olvidó apenas pensé en escribirlo. En serio, se me olvidó para que empecé a escribir. Me pasa todo el tiempo. Siempre. Me estoy bañando y pienso en lo que voy a hacer durante el resto del día, y apenas cierro la llave y todo se me borra. Por buenas o malas que sean las ideas, todas se me escapan. Es una especie de maldición, una disfunción de mi cerebro que se resetea cada dos minutos, haga falta o no. Y si pude tener una chispa, como supongo a muchos les pasa, de pronto estoy totalmente en blanco. Cierro la llave de la regadera y ya no sé qué sigue. Miro a todas partes y trato de rehacer los pensamientos, la línea que llevaba, el camino que creí haber trazado. Y así todo el día, en todo momento. En el trabajo si no anotó cada una de las instrucciones, planes, procesos, simplemen...