Acá sigo, dando tumbos y pena
No me queda de otra. Acá sigo, sobreviviendo la vida, llevándola lo menos mal que puedo, aunque a veces de verdad es un milagro que no me encierre en el cuarto y que quede a dormir todo el día. La razón principal para que no lo haga es que los niños me lo impiden y mi esposa que saca a patadas. A penas amanece, los tres me sacan de la cama para lanzarme a la rutina a veces ya insoportable del trabajo, el trabajo, el trabajo.
Estoy cansado. Mucho. Estoy fundido. Si en la oficina no me quedo dormido sobre el teclado de la computadora es porque a mi jefa la tengo a sólo dos metros de distancia y a otros dos tengo a la secretaria, además de las decenas que compañeros que me observan a través de los malditos cristales. Ignoro cómo eran las oficinas de antes que no tenían vidrios, no eran las peceras de ahora que todo lo dejan ver: las miserias y las vergüenzas... Todo a la vista de todos para que pueda juzgarse y criticarse... Casi nadie aplaude o felicita cuando hay algún acierto. Menos en mi oficio en el que cuando las cosas salen bien, nadie, nadie, dice absolutamente nada. Pero cuando hay un error, el peso de toda la autoridad, ese enorme árbol jerárquico que pende sobre la cabeza de todos los de a pie, se deja caer con fuerza atronadora... Ay.
Es fácil decir ánimo, pero ánimo.
ResponderBorrarLo bueno de todo es que al final logras externalizar así sea a través del blog lo que vives.
Abrazos
Encontré tu blog de una manera muy extraña.. busqué en google como se escribía Mumm-Ra y encontré tu blog. Yo también soy bipolar y se me hizo una coincidencia muy extraña pero linda.
ResponderBorrarSe que no nos conocemos pero no estás solo. Leerte me hizo sentirme acompañada. Lamento que estés pasando momentos depresivos, como sabes, todo es ciclico en nuestras vidas y estos ciclos negativos no duran para siempre.
Te mando un fuerte abrazo y espero que esta mala racha pase pronto.